jueves, 16 de enero de 2014

Lluvia de estrellas

Las estrellas no son más que un destello, una quimera de algo que fue hace millones de años pero cuya huella aún persiste en nuestro cielo. El Principito amó a una flor que vivía en una estrella y esa es la razón por la que cada vez que observaba el cielo de noche se sentía feliz; porque en uno de esos puntos de luz, no sabía bien y realmente no importaba cual, se encontraba su preciada flor.

Tú, en cambio, sólo podías venir en forma de agua y es por eso que te busco siempre que llueve, que te siento en cada gota que cae del cielo; empapando mi pelo y mi ropa, calándome los huesos. La gente se pregunta porqué me niego a usar un paraguas, porqué corro a la ventana cuando escucho cómo te precipitas contra el cristal. La razón no es otra que el hecho de que sé que es a mí a quien llamas, que vienes a buscarme al balcón, trepando desde las nubes.

Yo, al contrario que El Principito, que sólo ha de esperar a que caiga la noche para elevar su alma, no puedo anticiparte. Rara vez me encuentras preparada para recibirte y para el tiempo que normalmente me acompañas casi que me vale más la pena disfrutar de tu corta compañía y dejarme de finuras. Y sí... lo cierto es que las gotas de lluvia, como las rosas, son efímeras: duran tan sólo unos segundos; mucho menos que las estrellas del pequeño príncipe, que consiguen hacerse ver incluso después de haber perecido. Lo bueno de la lluvia es que, al contrario que las estrellas, se puede sentir; que unas veces te acaricia y otras te golpea, que en ocasiones llega para refrescarte y en otras para calarte y dejarte postrada en cama unos días...

Es difícil mantener una relación con la lluvia; la peor parte es su veleidad. La lluvia es libre y no ofrece justificación a sus ausencias y quizás es por eso que me fascina, porque a pesar de carecer de ataduras es siempre fiel y tarde o temprano vendrá para empaparte, no importa que estés fea, recién levantada, enferma o magnífica... a ella le vale con que la estés esperando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario